Conocida también como economía de servicios está basada en el pago por un servicio o por el uso de un bien y no en la posesión de este. La economía de la funcionalidad es un modelo que privilegia el uso frente a la posesión, la venta de un servicio frente a la venta de un bien. Se centra entonces, en modelos de negocio orientados hacia la función que dan énfasis a los servicios.
Conseguir integrar los retos del desarrollo sostenible implicaría el compromiso de los productores en:
- Pasar de las economías de escala a las economías de la reactividad y de la flexibilidad.
- Pasar de las economías de la integración técnica relacionadas con el progreso técnico a las economías de la integración de bienes y servicios basadas en la pertinencia de su colaboración.
- Pasar de las economías de especialización del trabajo a las economías de la complementación, promover las economías del aprendizaje hacia las economías de la adopción. • Pasar de las economías basadas en la intensificación del trabajo directamente productivo a las economías dependientes de la profesionalización de las personas, de los equipos y de las empresas.